289 – Condrosarcoma Traqueal
A modo de giba solitaria este tumor emerge de la pared traqueal como si fuera una úvula. Condrosarcoma confirmado (Hospital Francisco Muñiz).
A modo de giba solitaria este tumor emerge de la pared traqueal como si fuera una úvula. Condrosarcoma confirmado (Hospital Francisco Muñiz).
Este tumor brillante, congestivo y pálido a una vez, oblitera la entrada del bronquio culminar en el lóbulo superior izquierdo, permitiendo únicamente el paso del aire hacia la língula.
Tráquea: un carcinoma de células gigantes ha infiltrado totalmente la pared. Dos extremos de los anillos cartilaginosos son visibles en la luz como resultado de la destrucción de su mucosa, ahora cubierta por secreciones purulentas espesas y que sufren continua deshidratación por estar expuestas al flujo aéreo turbulento ocasionado por la estrechez y la inflamación local.
Pérdida completa de la anatomía normal de la carina principal. Vista desde la tráquea distal en la que no puede apreciarse la carina, debido a la existencia de un tejido de superficie necrótica, con secreciones purulentas deshidratadas que subocluye la entrada de ambos bronquios fuente: adenocarcinoma.
Aunque el primer plano magnifica la imagen, solo se trata del pequeño fórceps de biopsia con fenestras en sus valvas, de uso común con el broncoscopio flexible, haciendo su trabajo de captura de tejido para el diagnóstico de este tumor endobronquial.
Tumor traqueal con doble origen: dos grandes formaciones ocupan el centro de la luz traqueal, aunque existe todavía un área suficiente para la ventilación. En la imagen las formaciones se presentan superpuestas, pero tienen un origen independiente constituido por pedículos que emergen de la pared traqueal. Ambas corresponden a un único carcinoma primario.
Aunque el broncoscopio flexible aún recorre el bronquio intermedio, puede adivinarse a lo lejos una imagen blanquecina debida al pequeño tumor que ocluye un segmentario de la base.
Aspecto bastante común de presentación de los grandes tumores bronquiales, en los que la superficie sufre una necrosis con motivo de hallarse alejada de su base de implantación, mejor vascularizada, y adquiere un aspecto blanquecino cremoso.
Tumor carcinoide que aparece con un aspecto bastante clásico. Por su convexidad lisa y su libre contacto con las paredes bronquiales se le compara con un “dedo de guante”.
Combinación de coloración: lesión exofítica que muestra una zona polilobulada irregular y rosada mientras su extremo más prominente es blanco cremoso, como producto de la necrosis en un área distal del tumor.