177 – Coagulo Hemático
Este coágulo bastante compacto y de increíble tamaño se alojaba en el bronquio fuente derecho, con la consecuente atelectasia pulmonar. A pesar de su volumen, fue expulsado por las presiones generadas por la tos.
Este coágulo bastante compacto y de increíble tamaño se alojaba en el bronquio fuente derecho, con la consecuente atelectasia pulmonar. A pesar de su volumen, fue expulsado por las presiones generadas por la tos.
Este pequeño “tapón bronquial “ de gasa arrollada permite detener una hemorragia grave cuando se ocluye el bronquio con él. Se lo aplica directamente con la pinza de broncoscopía rígida. El largo hilo de lino que lo sujeta asomará por la boca del paciente y al momento de retirarlo sólo es necesario traccionar de él para extraer el tapón.
Balón de hemostasia con su amarre al canal del broncoscopio flexible, que lo guiará hasta el bronquio a ocluir.
Aunque el título exagera su condición, los grandes coágulos que no son retirados a tiempo sufren desecación y tal endurecimiento que hacen necesario una broncoscopia rígida para su remoción. Más comúnmente se da en los pacientes que se hallan bajo asistencia respiratoria con mezcla gaseosa insuficientemente humidificada.
Línea de sangre que descubre al bronquio que causa la hemoptisis. Algunas veces la broncoscopia puede establecer el origen anatómico de la hemoptisis aunque no debe esperarse un rastro tan claro como el de la fotografía. Usualmente la sangre fresca se distribuye por la tos y la más antigua se coagula y fragmenta, por lo … Leer más
Transcurrido unos días, el coágulo comienza a empalidecer abandonando de a poco su original color borgoña. Unos días más: antes de eliminarse espontáneamente, el coágulo ahora pálido-amarillento, se retrae perdiendo volumen y aumentado su consistencia, de modo que puede confundirse con una neoformación.